jueves, 28 de febrero de 2013

Psicoterapia Dialytica, Cencillo - VI


Componentes dinámicos de la transferencia:


a) Desplazamiento proyectivo (hacia el terapeuta). Es una consecuencia de la confianza básica. El analista comienza en ocasiones a ser percibido de forma irreal y distorsionada, porque atrae hacia sí imágenes o fantasmas arcaicos que mediatizaban la actividad inconsciente.

       b) Regresión (frustración impuesta por la "distancia simbólica"), que supone revivir circunstancias emocionales de un tiempo anterior, que nos permite co-ordenar la historia psíquica del paciente, que depende en gran medida del rescate de la infamación que le retrotraen a diferentes momentos y épocas de la vida.

       c) Tolerancia superyoica. Flexibilizar las normas subsidiarias que porta el paciente hasta que se permita a sí mismo diseñar una ética personal, que Luis Cencillo, (1974) denominaba autógena.
      d) Apoyatura translaborativa transferencial, constelando en torno al analista situaciones afectivas desde la primera infancia.
e) Abreacción pulsional y energética, estimulada por el apoyo transferencial. Supone la correcta devolución de lo objetivado ponderadamente al paciente del material transferido, sin mezclar ni añadir nada ajeno o propio. La aparición de la abreacción surge en el campo de la conciencia de un afecto hasta entonces reprimido. Algunos afectos, que no han sido normalmente experimentados en el momento de su actualidad, se encuentran ahora no accesibles, en razón de su ligazón con el recuerdo de un traumatismo psíquico. Afectos y recuerdos así ligados fueron reprimidos entonces a causa de su carácter penoso. Cuando el afecto y la verbalización del recuerdo irrumpen al mismo tiempo en la conciencia, se produce la abreacción, que se manifiesta con gestos y palabras que hacen explícitos estos afectos. La mayor parte de las veces, la abreacción sobreviene en el momento de levantarse la resistencia a esta irrupción, en el curso de una cura psicoterapéutica y gracias a la transferencia sobre el analista.

    f) Canalización hacia la realidad. Caer en la cuenta (insight) de los elementos perturbadores nunca concienciados, asumiendo y organizando el mapa dinámico de su vida inconsciente, integrada en la realidad.

Material inconsciente transferible:
A) Imágenes B) Relaciones C) Situaciones D) Afectos.

Efectos transferenciales


Apoyativos o Reflectantes:  1.- Efecto " testigo "
                                        2.- Efecto  " espejo "
                                        3.- Efecto  " pantalla "
                                       
Dinamizadores:                  4.- Efecto " regresión "
                                        5.- Efecto " descarga "
                                        6.- Efecto " despliegue "


Complexivo:                      7.- Efecto  " injerto "
                                          a)  Confianza básica
                                          b)  Comunicación de inconscientes
                                          c)  Clima afectivo
                                          d)  Inducción energética


Psicoterapia Dialytica, Cencillo - Introducción V.

Introducción V.


Atendemos ahora la complementariedad de La transferencia en la dialysis hologénica que es una relación especialmente sobredeterminada, en la que el sujeto se ve en la obligación de bajar sus defensas y manifestarse radicalmente, tal cual él se siente ser. Como nos recuerda Luis Cencillo en La práctica de la psicoterapia, La transferencia es ante todo un hecho, cuando nos encontramos con alguien incluso sin conocerle, ya surge una corriente de afectos tanto positivos como negativos que nos dispone a la relación de una forma determinada, por lo que inexplicablemente alguien nos cae bien o mal sin saber muy bien como ocurre, si esto es así en las relaciones humanas y sociales, se comprenderá que se acreciente mucho más este entramado inconsciente ante la expectativa implícita de ser atendido, reparado y curado, por el  que tiene el saber y está preparado para ello, cuando surge el dolor y la desazón, y se enfrenta el individuo ante su no saber en el dolor o el sufriendo cargado de excitación, desajuste colonizándose en síntomas corporales, es cuando la distinción de su coeficiente psicosomático debe ser despejado (Cencillo, L., 1988; Sedano F., y Ortiz, V., 1992:51; Ortiz, V., 1992:45; Ortiz, V., y Guerra, R., 2007; Arias, T., 2009; Ortiz, V., 2011).
Así desde las primeras entrevistas comienza ya a proyectarse una serie de elementos inconscientes arcaicos, que constituyen el trasfondo emocional no resuelto, que inhibe o trastorna la dinámica de las energías básicas que se interconectan con la vida fisiorgánica y, desde sus relaciones con el mundo se complica la vida emocional inconsciente y la idea ajustada en la aceptación de mismo. Sin transferencia, la terapia psicoanalítica, dialytica, humanista o relacional, resultaría imposible, ya que las tensiones transferenciales dotan a la palabra de la fuerza significante y conecta radicalmente con los niveles profundos del psiquismo y en sus diferentes campos significacionales.
La constante que hace posible la transferencia es la proclividad que presentan las tendencias libidinales de todo sujeto -con necesidades de cariño no satisfechas- a despertar inevitablemente, al entrar en comunicación con un nuevo "objeto", el analista, el cual ocupa el lugar del saber y puede por ello cambiar radicalmente la vida, en la comunicación profunda y sincera que se desarrolla con el consultante. (Cencillo, 1970; 1977; 1988; 2001; 2008; Liberman, 1976; Ruesch, 1980; Gabbard, 2002; Coderch, 2010; Ortiz, 2011).
La identificación transferencial con el analista cumple para Cencillo una doble función:

a) Sustitutivo del objeto libidinal primario.
b) Instancia superyóica tolerante.

El analista ha de frustrar al paciente en sus demandas reales, obligándole así a regredir progresivamente, para retomar referencias que están marginadas por las emociones y los influjos de los afectos temporales pasados, y que como en la excavación arqueológica, hay que profundizar delicadamente, para que aflore suavemente lo que no es accesible a la conciencia en ese momento, y devendrá a la mente por los distintos recursos a lo largo de la permisividad del inconsciente en el desarrollo del proceso terapéutico.
Esquema dinámico de la transferencia: El analista, transferencialmente sobredeterminado, ha de focalizar una serie de fantasmas, primero y de libido liberada después, para desempeñar la función de puente o de recurso de canalización entre el inconsciente del paciente caracterizada por el denominado "principio de realidad" o vida consciente con todos sus objetos posibles, que se hacen así accesibles a la libido y a los impulsos del paciente, superando el miedo infantil ante aquéllos, al no haber sido filtrados adecuada y armónicamente por una atmósfera de cariño parental suficientemente segura, y que cumplan con una función de sostenimiento adecuado (Balint, M. (1982), Bowlby, J. (1983), Kohut, H. (1977), Winnicott, D.,1971; 1981).